Tradicionalmente incluir a un diseñador industrial en una empresa local (México o Latinoamérica) es el último recurso, un lujo que muchas empresas no pueden darse. Esto representa grandes desventajas para las empresas en un mercado tan competitivo como el actual, en donde el desarrollo tecnológico, calidad, y precio son similares entre los productos ofertados (ej. cámaras digitales, teléfonos, etc.). Nicolas Negroponte del MIT menciona que los avances tecnológicos, la reducción de costos, el tamaño de la memoria o la velocidad del procesador son factores de compra cada vez menos trascendentes en el consumidor, éstos comienzan a considerar si el producto es fácil de usar, si se siente bien, o si causa placer. Considerando lo anterior, varias compañías comienzan a crear estrategias para crear experiencias de uso como estrategia de diferenciación en el mercado, los casos mas mencionados los podemos encontrar en Apple, Sony, Nintendo, etc., empresas que se han visto beneficiadas por los aportes de diseñadores industriales.
Si bien el diseñador es un especialista en configurar formalmente los productos, no es la única aportación que puede realizar al desarrollar productos. Otro aspecto importante es que considera las necesidades físicas, cognitivas y afectivas del consumidor a través de la ergonomía, antropometría, la utilizabilidad, o con filosofías como el diseño centrado en el usuario. Un ejemplo de esto son los teléfonos celulares, en un inicio eran objetos muy complejos de usar y manipular y visualmente poco agraciados. Conforme han transcurrido los años, los teléfonos celulares son más atractivos y al mismo tiempo más fáciles de usar lo que ha traído como consecuencia una mejor aceptación de los consumidores hacia estos productos. Esto se logró utilizando diferentes técnicas, por ejemplo, la evaluación de producto, aunado al trabajo multidisciplinario con ergónomos, psicólogos y diseñadores. Es importante recalcar que si bien, la tecnología en la mayoría de los casos no es desarrollada por diseñadores, su gran aportación es visualizar cómo esa tecnología va a presentarse al usuario, para generar productos intuitivos de usar. Así, otra aportación del diseñador es humanizar la tecnología, es decir presentarla de tal manera que los productos puedan ser manipulados adecuadamente por el ser humano.
Retomando el tema de la configuración formal del producto, muchas veces se considera un aspecto poco relevante en la creación de productos. Esta idea, sin embargo, está cambiando y se ha estudiado en diferentes países el impacto de la apariencia del producto en el consumidor. Las conclusiones han mostrado que la apariencia del producto es uno de los factores más importantes que considera el consumidor para seleccionar un producto. La estética del producto está directamente relacionada con las emociones que experimenta el consumidor y las emociones como se sabe son difíciles de controlar.
Si bien el diseñador es un especialista en configurar formalmente los productos, no es la única aportación que puede realizar al desarrollar productos. Otro aspecto importante es que considera las necesidades físicas, cognitivas y afectivas del consumidor a través de la ergonomía, antropometría, la utilizabilidad, o con filosofías como el diseño centrado en el usuario. Un ejemplo de esto son los teléfonos celulares, en un inicio eran objetos muy complejos de usar y manipular y visualmente poco agraciados. Conforme han transcurrido los años, los teléfonos celulares son más atractivos y al mismo tiempo más fáciles de usar lo que ha traído como consecuencia una mejor aceptación de los consumidores hacia estos productos. Esto se logró utilizando diferentes técnicas, por ejemplo, la evaluación de producto, aunado al trabajo multidisciplinario con ergónomos, psicólogos y diseñadores. Es importante recalcar que si bien, la tecnología en la mayoría de los casos no es desarrollada por diseñadores, su gran aportación es visualizar cómo esa tecnología va a presentarse al usuario, para generar productos intuitivos de usar. Así, otra aportación del diseñador es humanizar la tecnología, es decir presentarla de tal manera que los productos puedan ser manipulados adecuadamente por el ser humano.
Retomando el tema de la configuración formal del producto, muchas veces se considera un aspecto poco relevante en la creación de productos. Esta idea, sin embargo, está cambiando y se ha estudiado en diferentes países el impacto de la apariencia del producto en el consumidor. Las conclusiones han mostrado que la apariencia del producto es uno de los factores más importantes que considera el consumidor para seleccionar un producto. La estética del producto está directamente relacionada con las emociones que experimenta el consumidor y las emociones como se sabe son difíciles de controlar.
El diseño no es un lujo que las grandes empresas pueden darse, más bien, es una herramienta que sirve para diferenciar productos, innovar y ofertar mejores opciones al consumidor. Considerando la situación económica del país, la competitividad del mercado y las opciones de desarrollo que existen en México sería una buena estrategia incluir al diseño industrial en el plan de desarrollo tecnológico del país. Es importante señalar que si bien, el diseño y los diseñadores siguen tratando de mostrar las virtudes del diseño, el que se mantengan estos discursos significa que no existen grandes avances en el tema por lo que es necesario seguir hablando de diseño.
Comentarios
Muchas gracias por visitar la pagina y por tu mensaje, espero que el contenido te pueda servir. Tengo algunos amigos cercanos que son diseñadores en colombia. Te paso mi correo por cualquier cosa: j.c.ortiznicolas@gmail.com
Saludos