Hace algunos años, cuando terminé la Licenciatura en Diseño Industrial, lo primero que pensé fue y ¿ahora qué? Después del shock inicial comencé a buscar trabajo, y encontré una oferta laboral a través de la bolsa de trabajo de la universidad en la que estudié. Solicitaban diseñadores para desarrollar proyectos en una empresa de productos alimenticios. Con uno de mis amigos nos dimos a la tarea de contactar a la persona responsable para agendar una cita, la cual se dio bastante bien, fuimos, hablamos de “negocios”, -el negocio fue para la compañía más que para nosotros- y nos pidieron una cotización. El trabajo fue estandarizar los exhibidores que usaba la compañía para mostrar sus productos. Años después, y con la experiencia profesional, me di cuenta que cobramos muy poco por ese trabajo. Esto, evidentemente, tiene que ver con la formación que recibimos, que se centra en como diseñar, más que cómo vender diseño. Desde hace unos meses he estado organizando las ofertas laborales que m
Soy diseñador industrial (CIDI-UNAM) con maestría en diseño para la interacción (TU Delft ). Doctor en Experiencia del usuario (Imperial College London). Me gusta viajar, andar en bicicleta, y diseñar.