Uno de los cursos que recuerdo de la maestría en Diseño para la Interacción en TU Delft es “Reflexión en Diseño”, en donde la idea central era que cada estudiante desarrollara su filosofía personal de diseño; lo que implicaba hablar de sus intereses y expectativas que tenían acerca de esta disciplina y así poder explicar su forma de entenderla. El ejercicio resultaba interesante, ya que invitaba al estudiante a exponer lo qué era relevante para él/ella, mostrando así, los valores, creencias y necesidades que se encuentran inmersas cuando se asume una postura en torno al diseño.
Un tema recurrente eran los alcances y el impacto del diseño en el ámbito cotidiano. Este tema en específico, ilustraba lo que los estudiantes creían que necesitan las personas, -lo cual no siempre era cierto- además, tenía un aspecto aspiracional en relación los objetos que le gustaría crear durante su carrera profesional.
A través de este ejercicio se dejaba ver, además, que en cada visión estaban presentes las diferentes corrientes, enfoques, posturas que hay sobre esta disciplina. Una vez dicho lo anterior, intentaré explicar mi visión.
Los diseñadores deberían enfocarse a crear objetos que tengan un impacto positivo en la vida cotidiana de las personas. En vez de pensar cómo crear un producto estético, funcional, simbólico o incluso sustentable, (estas habilidades son el medio, pero no el fin) por lo que tendríamos que desarrollar habilidades para identificar oportunidades para crear objetos, qué de existir, mejoren la vida cotidiana de los seres vivos. Para lograrlo, tendríamos que responder algunas preguntas antes de comenzar a trabajar en un proyecto:¿Para qué crear este producto?, ¿Cuál será su impacto en los seres vivos?, ¿Cuál es su relevancia?, etc.
Mi visón no está alineada con la idea de que el diseño puede resolver problemas sociales, lo que creo es que podemos mejorar la relación de los seres vivos con su entorno a través de los objetos y aportar propuestas de acuerdo a nuestras habilidades. Esta visión quizá no está apegada a un contexto Latinoamericano, en dónde el impacto del diseño no es muy significativo, lo cual representa una gran oportunidad y es un reto para nuestra comunidad. Otro aspecto que no podemos ignorar es el económico. Es complicado decir que no trabajaremos en un proyecto “x” porque desde nuestra perspectiva no impacta positivamente la vida de los seres vivos, esto significaría cerrar las puertas a muchas otras opciones laborales e inevitablemente representaría un sacrificio económico muy grande, algo que no tiene porque ser así. Evidentemente, la filosofía personal difícilmente responderá todos los factores que intervienen en la creación de nuevos productos o servicios, sin embargo, un punto relevante al hablar/compartir la filosofía personal es crear futuros alternos, que modifiquen la situación actual y que al mismo tiempo sean aspiracionales, por ejemplo, al tratar de respetar nuestra filosofía en los proyectos en los que estemos involucrados.
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